La mentira cumple no sólo la función de ocultar la verdad, sino también la de dar impresión favorable ante los otros, dando seguridad y protección, y y evitando la vergüenza pública y valoración negativa de los demás.
Las mentiras se disculpan más a unas personas que a otras.
Existen dos tipos básicos de mentiras:
(1) Ocultación, escondiendo o callando un hecho u opinión.
2) Falsificación o creación de una historia.
Según el Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua (DRAE), mentir es “decir o manifestar lo contrario de lo que se sabe, cree o piensa”. Consecuentemente, mentira es la «expresión o manifestación contraria a lo que se sabe, se cree o se piensa». Engañar es «dar a la mentira apariencia de verdad» o «inducir a alguien a tener por cierto lo que no lo es, valiéndose de palabras y de obras aparentes o fingidas».
El mentiroso alberga siempre miedo , fundado o no, a que la verdad se sepa. Además tiene miedo a ser menos que los demás, miedo a no conseguir un objetivo profesional, miedo a perder la confianza de los suyos, miedo a que no les quieran o aprecien, miedo a que no les respeten y miedo a perder o a no ganar algo.
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